En la actualidad, la tecnología ha revolucionado la forma en que las personas interactúan entre sí y, por ende, también ha cambiado el panorama de la literatura y la creatividad. Las redes sociales se han convertido en el principal canal de comunicación y difusión de la literatura y las obras artísticas, permitiendo a los autores independientes transmitir sus creaciones y llegar a una audiencia global.

Por un lado, las redes sociales y las plataformas de blogging son una plataforma para que los escritores emergentes den a conocer sus obras, al igual que para los autores consagrados puedan llegar a nuevos públicos y promocionar sus trabajos. Además, estas redes sociales no solo han eliminado la barrera de la distancia geográfica, sino que han permitido una mayor interacción entre los autores y su audiencia, lo cual se traduce en un aumento en la retroalimentación y el enriquecimiento de la obra en sí.

Por otra parte, también se han creado nuevos géneros y formatos literarios adaptados a las nuevas tecnologías. Los micro relatos y poemas cortos son algunos de los ejemplos más claros de las estas nuevas tendencias literarias que se adaptan perfectamente a las publicaciones en redes sociales.

Sin embargo, como todo, también hay riesgos, ya que la facilidad de publicar en Internet puede llevar a la pérdida de calidad en algunas obras. Circular una obra sin una revisión previa o debatir sobre un tema sin suficiente investigación podría hacer que una obra se diluya en el mar de publicaciones que inunda las redes sociales.

En conclusión, la literatura y la creatividad se han apoderado de las redes sociales, abriendo un vasto universo de posibilidades para artistas y escritores. Las redes sociales se han convertido en un espacio para el debate, para la convergencia de ideas y para el acceso a obras que antes podrían haber sido inalcanzables. La tecnología ha democratizado el acceso a la literatura y, en definitiva, ha transformado el modo en que se lleva a cabo la creación literaria.

Nota express publicada por MediaStar | Agencia de Medios.

Valeria Catillo