La huella hídrica: la clave para la sostenibilidad del planeta

El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el planeta tierra en la actualidad. Uno de los efectos más preocupantes del cambio climático es la disminución de los recursos hídricos disponibles para el consumo humano y la producción de alimentos. Según informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 70% del agua dulce disponible se utiliza para la producción de alimentos. En este contexto, la huella hídrica emerge como una herramienta clave en la gestión sostenible de los recursos hídricos.

La huella hídrica se define como el volumen total de agua necesaria para producir un determinado bien o servicio. Su cálculo no solo tiene en cuenta la cantidad de agua utilizada en el proceso productivo, sino también la cantidad de agua necesaria para la producción de los insumos utilizados en dicho proceso. Es decir, la huella hídrica integra la totalidad del ciclo productivo y tiene en cuenta la «huella» que deja en el ambiente.

El cálculo de la huella hídrica permite identificar los procesos productivos más intensivos en consumo de agua, lo que facilita la implementación de mejoras para reducir el impacto ambiental y optimizar la gestión del agua. Además, puede utilizarse para la evaluación de la sostenibilidad de una actividad económica.

La huella hídrica no solo es relevante para la producción de alimentos, sino también para otros sectores como la industria textil y energética. Por ejemplo, la producción de un kilovatio-hora de energía nuclear puede generar una huella hídrica de entre 22 y 45 litros, mientras que la producción de un kilovatio-hora de energía eólica genera una huella hídrica cercana a cero.

Por otro lado, la huella hídrica también tiene en cuenta el concepto de «huella hídrica virtual», que se refiere a la cantidad de agua necesaria para producir los bienes importados o exportados. Este enfoque permite evaluar el impacto hídrico de las actividades económicas a nivel global y aplicar medidas para mejorar la gestión sostenible de los recursos hídricos a nivel mundial.

En conclusión, la huella hídrica se presenta como una herramienta clave para la gestión sostenible de los recursos hídricos y la evaluación de la sostenibilidad de las actividades económicas. Su uso generalizado y su integración en la toma de decisiones estratégicas podría contribuir a garantizar un futuro sostenible para la humanidad y el planeta en general.

Nota express publicada por MediaStar | Agencia de Medios.

Valeria Catillo