En el mundo de hoy, el poder está en tensión constante debido a una serie de conflictos globales que amenazan la estabilidad mundial. Estos conflictos pueden derivar de diferencias culturales, conflictos socioeconómicos o políticos, o incluso la competencia geopolítica por los recursos naturales.

En la actualidad, la tensión se ha intensificado debido a varios factores, entre ellos la pandemia mundial de COVID-19 y las recientes tensiones en el Medio Oriente. La pandemia ha provocado un aumento del proteccionismo y el nacionalismo en algunas regiones, lo que ha llevado a un mayor aislamiento y una menor cooperación internacional. Al mismo tiempo, el aumento de la competencia geopolítica, especialmente en el campo de la tecnología y la inteligencia artificial, ha intensificado la rivalidad entre países y ha llevado a una mayor polarización.

Uno de los principales conflictos globales que amenazan la estabilidad mundial es la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China. Los dos países se han visto envueltos en una guerra comercial desde 2018 y han adoptado medidas cada vez más agresivas para limitar el acceso del otro a la tecnología avanzada y otros recursos. Esta rivalidad se ha intensificado en los últimos meses debido a la pandemia de COVID-19 y a los disturbios en Hong Kong.

Otro conflicto global que está causando tensión es la situación en el Oriente Medio, especialmente la tensión entre Irán y los países del Golfo Pérsico y Israel. La reciente crisis en Irak ha alimentado la preocupación de que la región se encuentre al borde de una nueva guerra y ha aumentado la demanda de un mayor liderazgo internacional para resolver la situación.

También hay preocupación por lo que ocurre en países como Venezuela, donde la crisis política y económica ha generado una tensa situación interna y ha llevado a un mayor aislamiento del país en la comunidad internacional.

La creciente tensión mundial ha llevado a un aumento del gasto en defensa y seguridad en muchos países, lo que a su vez ha llevado a una mayor escalada en la carrera armamentística y al fortalecimiento de las capacidades militares. Aunque hay esfuerzos internacionales para reducir la tensión y fomentar la cooperación, estos esfuerzos son insuficientes para abordar los retos globales actuales.

En resumen, la tensión mundial y los conflictos globales son una fuente de preocupación constante para la estabilidad y la seguridad mundiales. A menos que se aborden las raíces de estos conflictos, la amenaza de una mayor tensión y conflicto se mantendrá latente y aumentará la posibilidad de una crisis de mayor proporción.

Nota express publicada por MediaStar | Agencia de Medios.

Valeria Catillo