La obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo y México no es la excepción. La falta de actividad física y una nutrición inadecuada son factores que contribuyen al aumento de la obesidad en los niños y jóvenes.

Es importante que los padres de familia tomen medidas preventivas para reducir los riesgos de que sus hijos desarrollen obesidad en edades tempranas. Esto puede hacerse mediante cambios en los hábitos familiares, promoviendo la actividad física, una alimentación saludable y educando a los niños sobre la importancia de mantener un estilo de vida saludable.

Uno de los principales factores de riesgo para la obesidad infantil es el consumo excesivo de alimentos procesados y con alto contenido de azúcares y grasas. Es importante que se consuman frutas, verduras y alimentos ricos en fibra, así como evitar alimentos con alto contenido calórico y azúcares refinados.

La actividad física también es clave para mantener una vida saludable y prevenir la obesidad infantil. Se recomienda al menos 60 minutos de actividad física al día, esto puede incluir juegos en equipo, deportes, juegos al aire libre e incluso caminar una distancia razonable.

Además, se aconseja limitar el tiempo de pantalla, es decir, el tiempo que los niños pasan frente a dispositivos electrónicos como tabletas, smartphones y televisores. La reducción del tiempo de pantalla y reemplazarlo con actividades físicas puede ayudar a prevenir el sedentarismo y la obesidad infantil.

En conclusión, el cuidado de la salud de los hijos es una tarea de muchos y es fundamental que los padres estén conscientes de la importancia de establecer hábitos saludables desde temprana edad. Una alimentación saludable, la actividad física y la reducción del tiempo de pantalla son medidas preventivas eficaces y asequibles para prevenir la obesidad infantil.

Nota express publicada por MediaStar | Agencia de Medios.

Valeria Catillo