La iluminación es un factor fundamental en nuestros espacios interiores, no sólo para una estética agradable, sino también para nuestra salud y bienestar. Especialmente en el comedor, donde pasamos tiempo comiendo y socializando con nuestros seres queridos, la iluminación adecuada puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar físico y mental.

En primer lugar, la iluminación adecuada puede mejorar nuestro apetito y ayudarnos a digerir mejor los alimentos. La luz natural es la mejor opción para esto, ya que ayuda a estimular nuestro sistema digestivo y regular nuestro ritmo circadiano. Si no es posible tener luz natural en el comedor, es importante elegir una iluminación que sea lo más similar posible a ella, evitando luces demasiado tenues o brillantes.

Además, la iluminación adecuada también puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo. La luz blanca y brillante puede hacer que nos sintamos más alerta y energizados, mientras que la luz más tenue y cálida puede ayudarnos a relajarnos y crear un ambiente más íntimo y acogedor.

También es importante tener en cuenta la calidad de la luz, ya que la iluminación incorrecta puede causar fatiga visual y dolores de cabeza. Las luces fluorescentes, por ejemplo, pueden ser demasiado duras para los ojos y causar fatiga visual a largo plazo. Es mejor optar por luces LED de alta calidad con una temperatura de color adecuada y una alta eficiencia energética.

En conclusión, la iluminación adecuada en el comedor puede mejorar significativamente nuestro bienestar físico y mental. Al elegir la luz natural o una iluminación similar, ajustando la intensidad de la luz y eligiendo luces de alta calidad, podemos crear un ambiente de comedor saludable y acogedor para nosotros y para nuestros seres queridos.

Nota express publicada por MediaStar | Agencia de Medios.

Valeria Catillo